Barrios Unidos no es la localidad más bonita de todas por tener la mejor infraestructura o por su ubicación espacial en Bogotá. Lo que realmente embellece a esta localidad es su gente; el compromiso de cientos de personas que se apropian de su territorio y luchan por su crecimiento.
Eidibel es una mujer venezolana que llegó a Bogotá, específicamente al barrio Siete de Agosto, para fortuna nuestra, hace ya 4 años. Desde entonces ella, su esposo y sus tres hijos han estado en la brega, -como se conoce popularmente al trabajo afanoso-, por conseguir mejores condiciones tanto laborales como de educación para su familia. En esa lucha incansable, Eidibel fue secretaría de un vendedor de autos durante un periodo de tiempo, pero luego de las largas jornadas laborales y las desventajas de estar todo el día trabajando fuera de la casa, ella decide renunciar y emprender.
Sé que muchas personas a lo largo de los años han optado por lo mismo que Eidibel en ese momento, pero lo que hace diferente este emprendimiento es, tristemente, la nacionalidad de esta joven y el momento de la historia colombo venezolana en el que Eidibel aterrizó en nuestro país. La lucha de Eidibel al momento de querer emprender no era solo ejecutar una idea de negocio, sino que era conocer un mercado totalmente diferente al que ella había conocido desde pequeña e impactar para abrirse camino en un lugar completamente desconocido. Aquí es cuando los súper poderes de esta joven empiezan a relucirse; y es que uno pensaría que al estar en un país desconocido ella buscaría a alguien para asociarse y así mismo hacerse la tarea más fácil, pero esto no fue lo que sucedió con ella. Eidibel decide por sí misma emprender en el mundo de la cosmética con $150.000 en el bolsillo y con toneladas de sueños en su corazón.
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