Siempre que se escucha la palabra House, sepamos o no sepamos mucho de inglés, entendemos que se trata de “casa” y cuando un emprendimiento maneja en su nombre esta palabra, tiende a generar una sensación de algo caluroso y especial.
Pues bien, Mimy House es un emprendimiento de madre e hija, en el que se vende y se comercializa todo tipo de accesorio con la temática basada en el entretenimiento coreano o lo que ya se conoce comúnmente como K-pop que es la abreviación de Pop Coreano.
Ingrid -Gerente- y Yency -Subgerente-, conforman la casa de este maravilloso negocio. Yency e Ingrid, madre e hija respectivamente, hace más de 10 años tuvieron la valentía y la genialidad de empezar a vender productos de artistas coreanos adelantándose en el futuro, “Siempre supimos que el K-pop sería en algún momento famoso” cuenta Ingrid añadiendo además “Y ahora lo más importante es convertirnos en referentes del K-pop y por eso estamos trabajando”.
El fenómeno del K-pop en Colombia llega sobre el 2017 pero realmente su origen se remonta a los años 90. En el K-pop se hace una combinación entre lo sonoro y lo escénico mezclando géneros musicales como el Hip-Hop, el Rap y el Pop, como resultado se obtiene que una de las bandas más reconocidas del K-pop ostente más de 11 mil millones de seguidores en redes sociales y sean uno de los 10 artistas más importantes del 2017 según la revista Billboard.
En octubre de 2017, la Embajada de la República de Corea en Colombia, con la colaboración del grupo de seguidores ‘K-pop Bogotá’, organizó el KSTART, un evento dedicado exclusivamente al género en la ciudad. Hubo competencias de baile de grupos colombianos que hacen coreografías a partir del K-pop y como resultado llenaron el teatro Jorge Eliécer Gaitán.
Yency Palacios es una mujer de 52 años de edad que ha sufrido las duras y las maduras. Su labor, impecable, como todo lo que ella toca. A pesar de que en su vida ha tenido y tiene varios momentos de escasez económica, siempre se las ingenia para salir victoriosa “Nunca hemos tenido que dormir en la calle o que acostarnos sin haber probado comida y por eso agradezco mucho a la vida y a las oportunidades que el universo presenta en los momentos más oportunos”.
Yency nos cuenta que cuando su hija Ingrid llegó al mundo tuvo que ponerse a vender cocadas y obleas “Recuerdo que me iba muy bien porque a la gente le gustaba mucho mi forma de prepararlas, recuerdo también que como no me gustaba vender productos viejos, Ingrid era feliz comiéndose todo lo que quedaba de los días en los que no vendía todo”.
Con el paso del tiempo Yency decide invertir en una chaza en la que vendía todos los días en las calles de Bogotá dulces, cigarrillos y minutos “Mi vida era ese puesto de dulces, me hacía para las cosas de mi hija y para las mías, pero el trabajo era muy duro, al sol y al agua todos los días con mi coche y mi chaza”.
Años después Ingrid crece y empieza a ver novelas coreanas en compañía de Yency. El romanticismo, tal vez, o la belleza de sus personajes, fueron los responsables de generar afición en la vida de cada una de ellas “Empezamos a ver muchas novelas y a escuchar varios grupos musicales coreanos y fue entonces donde dijimos -EMPRENDAMOS- “.
Entre una idea y otra, llegaron a la conclusión que lo mejor era no invertir mucho por si las cosas no funcionaban “Botones y afiches fueron los primeros productos que sacamos, mi hija empezó a buscar grupos en Facebook que también amaran todo esto y consiguió amigos, poco a poco fuimos creciendo y ahora somos más de 4 mil personas que aman y siguen a @mimy_house” añade Yency. “Para mí aún es difícil aprenderme los nombres de todos esos artistas, pero poco a poco los estoy estudiando porque me gusta ser una mujer que sabe lo que vende y conoce del género”.
Ingrid por su parte, es una mujer de 32 años de edad, egresada del colegio Rafael Bernal Jiménez, algo tímida pero muy inteligente y recursiva “En el colegio siempre me decían que era rara, de hecho, nunca voy a olvidar que una profesora me dijo un día que no entendía por qué yo no actuaba como una niña normal, no sé la verdad para ella qué sería normal, pero yo era feliz siendo la anormal”.
Y es que, bien lo dijo el famoso pintor alemán Franz Marc “Lo que parece hoy raro, será natural mañana”. Tal cual así sucedió con esta mujer que hoy en día maneja las redes de su propio emprendimiento con tal astucia que, no solo ha logrado generar un amor entre sus seguidores y sus productos, sino que también ha conseguido una cuenta como toda una verdadera profesional instagramer. Sus vídeos en redes sociales son demasiado atrayentes y naturales y sus ocurrencias para generar nuevos productos no dejan de impactar. Si están curiosos por saber a qué me refiero, los invito a que visiten @mimy_house.
Guerrera, esa fue la palabra que Ingrid usó para describir a su madre. Valiente respondió Yency para describir a su hija que entre risas y miradas de amor me hacían entender que no se necesita mucho para construir una verdadera House.
