Carolina Robayo, de 34 años, nació en Venezuela, pero se mudó a Colombia a los 12 años. Sus padres colombianos son originarios de Bogotá y ella se considera bogotana.
Rompiendo barreras,
Nuestra protagonista es una comunicadora social graduada de la Universidad Santo Tomás y actualmente se encuentra cursando una maestría en intervención social.
Ha dedicado su carrera a trabajar con mujeres víctimas de violencia, luchando incansablemente por superar las brechas de género que limitan la autonomía y el desarrollo de tantas mujeres. Su compromiso por empoderar a las mujeres es admirable y su trabajo es una gran apuesta por la igualdad.
Desde la sensibilización en prevención de violencias, busca que las mujeres comprendan que ciertas situaciones normalizadas como: cuando te trata con desprecio, te hace bromas hirientes, te intimida y amenaza, te maneja y dispone de tu dinero, te prohíbe usar anticonceptivos, te indica cómo vestirte o maquillarte, te humilla, te miente, son en realidad violentas, al limitar la autonomía y las oportunidades. Su objetivo es empoderar a las mujeres, ayudándoles a darse cuenta de que pueden lograr mucho más de lo que la cultura y la sociedad les han dicho.
Emprendiendo y empoderando,
Inició con la confección de manualidades en porcelanicron, tejido en mostacilla y miyuki, pero debido al tiempo que requerían, los dejó a un lado. Hace aproximadamente un año, surgió su deseo de emprender y tener recursos propios, lo que la llevó a crear su negocio de lencería. Aunque para las ventas no se considera muy buena, ha descubierto una pasión por ofrecer productos, participar en ferias y hacer sentir hermosas a las mujeres.
Desde el inicio del negocio, abrió las redes sociales de ‘’Lilium Lingerie’’ y comenzó a mostrar sus productos a amigas cercanas y familiares. Ahora ha tenido la oportunidad de llegar a un público más amplio, expandiendo así, su alcance de ventas.
Carolina afirma que: ‘’A menudo compramos lencería para nuestras parejas, pero rara vez nos permitimos sentirnos bellas, valorar nuestro cuerpo al mirarnos en el espejo. La lencería ofrece un campo de acción amplio para mejorar nuestra autoestima, pero las mujeres suelen sentir pena o miedo al acercarse, como si fuera un tabú. Es un desafío empezar a ver nuestra sensualidad y nuestro cuerpo como algo normal, liberándonos de estereotipos y recordando que podemos usarlo para nosotras mismas, no solo para otros’’.
Superando desafíos,
Comenta que uno de los desafíos más difíciles al emprender, ha sido obtener apoyo económico. Además, también ha enfrentado dificultades en el manejo de las redes sociales a pesar de ser comunicadora social, pero reconoce que es un aspecto que necesita fortalecer y mejorar.
Por otro lado, mencionó que, en términos de acceso económico, a las mujeres les resulta más difícil ingresar al poder económico y lograr una capacidad financiera sólida. ‘’Esto se debe en parte a que históricamente se les ha asignado el rol de cuidadoras, lo cual dificulta el desarrollo académico y laboral. Sin embargo, cuando se emprende, las mujeres demuestran ser muy eficientes, ya que pueden administrar su tiempo de manera flexible, lo que beneficia a aquellas que son madres o cuidadoras’’. Emprender permite combinar el cuidado con las metas profesionales.
Conexión y apoyo para mujeres,
Lo que más le ha gustado de ser emprendedora y participar en ferias es la capacidad de manejar su propio tiempo, establecer conexiones con personas y construir redes de apoyo entre mujeres, compartiendo experiencias y consejos que contribuyen al desarrollo de su emprendimiento.
’Deseo llegar a más mujeres con ‘’Lilium Lingerie’’, para que entiendan que estas prendas son para ellas, no solo para ocasiones especiales o para complacer a otros, sino para que se sientan hermosas y empoderadas cada noche al mirarse al espejo. Eso es lo más importante para mí’’ añade Carolina.
Por último, deja como mensaje que el unirse entre mujeres, es algo muy valioso ya que entre mujeres se logran muchas cosas.
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