Hace 40 años, Carmen encontró su hogar en esta localidad, y desde entonces, ha tejido su vida en los hilos del barrio. Pero fue durante la pandemia que decidió tomar un rumbo audaz. "Yo antes trabajaba mucho tiempo de empleada", recuerda Carmen, "pero decidí empezar a trabajar por mí, hacer mis propias cosas". Así, con aguja en mano, se aventuró en el mundo de la costura y los bordados, especializándose en crear exquisitos diseños para novias, quinceañeras y primeras comuniones.
El destino, sin embargo, tenía otros planes para Carmen. Un encuentro casual la llevó a adentrarse en el mundo de las manualidades. "Un día cualquiera se acercó a un señor y me dijo que como yo sabía coser, ¿por qué no le ayudaba a las manualidades?", comparte Carmen. Sin dudarlo, aceptó el desafío, demostrando una vez más su disposición para aprender y enfrentar nuevos retos.
Desde entonces, Carmen ha dedicado horas a perfeccionar su arte, superando obstáculos y aprendiendo de cada tropiezo. "Al principio no fue fácil", confiesa, "pero con el tiempo he ido aprendiendo y contando con el apoyo de amigos y familiares". Es su hija quien ha sido su mayor fuente de aliento y compañía en esta travesía emprendedora, brindándole apoyo emocional y asistencia en la promoción y comercialización de Casa Tulis.
Pero el camino del emprendimiento no está exento de desafíos. Carmen ha enfrentado dificultades económicas y la incertidumbre de no saber si sus creaciones serían bien recibidas en el mercado. Sin embargo, su determinación y fe en su trabajo la han mantenido firme. "Siempre va a haber una persona que le va a decir a uno, no, pero es que usted, no, con eso no le va a ir bien", reflexiona Carmen, "lo que yo le digo es, siga adelante, siga adelante".
La esencia de Casa Tulis radica en el amor y la calidad que Carmen imprime en cada uno de sus productos. Confeccionados con telas cuidadosamente seleccionadas y un toque de magia artesanal, sus muñecos y adornos reflejan su dedicación y pasión por su oficio. "El amor que yo le pongo a cada muñeco, la calidad", explica Carmen, "eso es lo que nos diferencia".
Con miras al futuro, Carmen visualiza a Casa Tulis expandiendo sus horizontes, llevando sus productos más allá de Bogotá y recibiendo pedidos de todo el país. Sueña con ver sus creaciones adornando hogares en diferentes ciudades, un testimonio vivo del poder del trabajo arduo y la perseverancia.
Para aquellos que están empezando su propio camino emprendedor, Carmen ofrece un consejo sincero: "Nunca desfallezca". Con estas palabras de aliento, Carmen inspira a otros a seguir adelante, recordándoles que cada paso en el camino hacia sus sueños vale la pena, incluso en los momentos de mayor desafío.
Para aquellos interesados en descubrir los encantadores productos de Casa Tulis, se pueden comunicar a través de WhatsApp al 311 292 74 71, en Instagram la pueden encontrar como @LaCasadeTulis o por correo electrónico a lacasadetulis@gmail.com.
